Proyecto FARO, la era de la fibra óptica


La fibra óptica está desplazando al ADSL con tecnología basada en el cobre a pasos tan veloces como firmes. De hecho, Movistar, el operador que más ha apostado por el despliegue de la fibra óptica, ha fibra-optica-adslanunciado ya amplios planes de sustitución. En concreto, de sus 600 centrales nacionales, la compañía tiene el proyecto de dejar solo un tercio operando con cobre para el año 2020.

En este contexto, podemos hablar del pionero Proyecto Faro. Telefónica propuso este proyecto de traslado en 2013 y comenzó a ejecutarlo dos años después. Las dos primeras centrales (la de San Cugat Can Rabella en Barcelona y la de Los Peñascales en Madrid Torrelodones) fueron las primeras en sustituir el cobre por la fibra. Los clientes de dichas centrales fueron completamente trasladados a conexiones tipo FTTH (siglas del inglés “Fiber to the home” - fibra hasta casa). Según exigencias de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), una central solo podrá cerrarse al uso del cobre cuando más del 25 % de usuarios se hayan conectado a otros medios alternativos, entre ellos la fibra óptica.

Una consecuencia directa de este proceso es la transformación de las líneas telefónicas tradicionales en comunicaciones de Voz Sobre IP (VoIP), de manera que sobre una única conexión de fibra el cliente dispone del acceso a internet y de todos los canales de voz que necesite, mejorando los servicios y reduciendo los costes. Para ello es necesario actualizar las infraestructuras de comunicaciones de las empresas para permitir el uso de líneas IP.

Pero, ¿por qué tanto interés en realizar este cambio e ir sustituyendo el ADSL por la fibra óptica?

Fibra óptica versus cobre de ADSL para la conexión a Internet

La tecnología de fibra óptica resulta hasta diez veces más veloz que el ADSL por cobre. Además, existen otras ventajas.

La diferencia fundamental entre ambas tecnologías reside en el hecho de que la fibra es de vídrio o plástico y los datos binarios se transmiten mediante pulsos de luz. El cobre, en cambio, transmite información mediante señales eléctricas. Las transmisión a través de fotones de luz, a diferencia de la transmisión por corriente eléctrica, hace que la fibra sea estable frente a interferencias electromagnéticas. Además, la fibra presenta baja atenuación, lo cual permite enlaces de grandes longitudes sin riesgos de pérdida de potencia.

También se sabe que la velocidad de la fibra es mucho mayor a la que ofrece el cobre. La velocidad que permite la fibra no ha llegado, ni siquiera, a un tope definido y sigue con un máximo teórico sin definición, con 40 Tbps ya superados.

Además, podemos hablar de velocidades simétricas tanto en la subida como en la bajada. La velocidad simétrica permite la carga y descarga de información de manera simultánea sin disminución de la velocidad de Internet, por lo que la transferencia de datos es más rápida y la calidad del envío y la recepción son óptimas. El cable de cobre, en cambio, no puede ofrecer esta simetría debido a problemas de interferencias y atenuaciones de señal eléctrica por pérdidas en el cable debidas a las grandes longitudes. Y esto exige la instalación de regeneradores o amplificadores en los tramos de la línea.

Por último, a pesar de que la fibra es un material bastante más delicado que el cobre, debiendo recubrirse con plástico para su protección, está ganándole terreno al cobre, extendiéndose de forma predominante. El Proyecto FARO está en marcha y todavía quedan unos años en los que la fibra óptica y el cobre (ADSL) coexistirán ofreciendo una competente conexión a Internet de alta velocidad (de 300 Mbps con holgura) y una gran fiabilidad.